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Candy bri era en instagram creó
Mis negros, este relato mío, pero vengo humildemente con él para enseñarles como es un buen NTR y además para que me sirva de respaldo si es que se pierde. Sin más dilación, vamos a ello:
Inocente experimento
NTR
Escribo esto pocas horas después de lo que ha pasado. Lo escribo llorando y temblando de la rabia, con la polla erecta y cagándome en los muertos de ese niñato que me robó a la novia… Pero me estoy adelantando.
Mi nombre es Pablo, y no me molestaré en censurar los nombres reales. De todos a excepción de uno. Tengo veintiséis años, y hace exactamente un año y dos semanas conocí a mi novia. Nicole, una colombiana proveniente de Medellín con apenas diecinueve años cumplidos.
Ambos nos conocimos por Badoo: una plataforma muy utilizada para tener sexo, aunque también se usa para buscar pareja. Me repetía una y otra vez que no buscaba sexo ni pareja, simplemente le habían recomendado esa página web para hacer amistades. Yo le fui sincero y le reconocí que no estaba cerrado a nada.
En la primera cita ella iba muy guapa, tanto como para enamorarme a primera vista con su cuerpazo y sus ojos hipnóticos. Recuerdo que al mirarla por primera vez en persona pensé que era mil veces más guapa en persona que en fotos, y eso que en ellas ya era una belleza que me había hecho dudar de si realmente era ella. No soy el típico tímido ni cortado, así que aquella primera vez la hice reír y la divertí. En nuestra segunda cita se mostró mucho más cercana, y en la tercera me besó. Ella era virgen, por unos padres que la habían reprimido hasta que ella se fue del país por medios propios. Pese a que era yo quien tenía más experiencia ella no se quedaba atrás.
De manera innata, me daba los mejores besos con lengua que habían rozado mis labios. Tenía una sensualidad única para restregar su culo contra mi polla y sabía muy bien como usar sus armas femeninas para seducirme.
Era una pajera compulsiva y me lo reconoció desde el primer momento; por eso, nuestra primera vez a las pocas semanas de estar saliendo apenas le dolió aunque sangrase tanto.
Para que entendáis todo, esto tengo que contároslo: Una chica buena, no puedo negarlo. No me mentía, no era demasiado celosa ni me daba motivos para estarlo. Teniendo sexo era completamente desinhibida y la hice correrse prácticamente todas las veces. Algunas ocasiones con más rapidez y otras con más dificultad. El sexo ella siempre lo prefirió suave y romántico, aunque a mí nunca se me ocurrió darle de manera violenta no me lo reprochó cuando a mí se me iba la mano… Lo cual no era habitual, porque yo soy un trozo de pan en lo referente al sexo.
La presenté a mi compañera de piso; y Nicole me presentó a su tía, que era la familia con la que vivía… Poco más se puede decir. Los meses fueron pasando: El sexo era bueno, demasiado bueno. Siempre he sabido que no fingía porque, además de ser muy evidente cuando disfrutaba y cuando no, nunca tuvo reparos en decirme cuando me corría demasiado rápido o la dejaba a medias. Entonces todo cambió cuando se acercaba la fecha de celebración de nuestro primer aniversario juntos. Sus besos no me transmitían deseo ni disfrute, la noté sexualmente inapetente y no conseguía hacer que se corriera. Muchas veces me pedía que parara y no aguantaba demasiado.
El resto de la relación era perfecta: Confiábamos en el uno en el otro, no había mentiras, éramos cariñosos y dábamos para recibir… Pero hace dos semanas tuvimos una conversación que lo cambiaría todo.
* Dos semanas atrás *
Los domingos nos encerrábamos en mi piso, en mi cuarto. Disfrutábamos literalmente de hacer ‘’nada’’. Cerrábamos la persiana, nos abrazábamos y dormíamos provocándonos mutuamente para acabar follando.
Como llevábamos algún tiempo con problemas para tener sexo, lo intenté y ella me paró, por lo que se echó a llorar. Le pregunté que pasaba. El dialogo que pondré a continuación no es literal, puede haber cosas distintas pero intentaré ser lo más fiel a lo que hablamos:
— Oye… ¿Qué te pasa? –le pregunté, abrazándola y plantándole un beso en la mejilla.
— ¿Lo estoy fastidiando todo, no? No sé que me pasa últimamente…
— Es una mala racha –contesté automáticamente, con la voz más dulce que pude sacar.
— No es una mala racha, soy yo.
— Cariño, o a lo mejor soy yo… Últimamente estoy follando de pena –reconocí, avergonzándome de mí mismo. El poco sexo que teníamos últimamente hacía que todas tuviese muy poco autocontrol y me corría exageradamente rápido. Como mucho había llegado a durar diez minutos… Como mucho.
— No eres tú, soy yo –me explicó que no tenía ganas de masturbarse, que no me deseaba sexualmente y se sentía mal.
— Podemos probar de comprar algún juguete… Lubricantes, yo que sé –Pese a lo pajera que siempre había sido, no le habían llamado nunca la atención los consoladores ni vibradores-. O podríamos ir al gine, a ver si…
No recuerdo como continuó la conversación exactamente, pero es indiferente. De repente dijo:
— ¿Y si probásemos con otras personas?
— ¿Qué? –me quedé paralizado; molesto y dolido sin saber que pensar.
— Coger… con otras personas.
— ¿Estás de broma?
— Lo estoy diciendo en serio.
— Nicole… No creo que pueda compartirte.
— Sería solo coger. Una sola vez…
— ¿Me lo estás diciendo en serio? –volví a repetir. En el fondo creía, o quería creer, que no lo decía en serio.
— ¿Tan mal te parece?
Pongo énfasis en el hecho de que estábamos abrazados en mi cama, su culo pegado a mi entrepierna. La oscuridad del cuarto era absoluta y no nos veíamos las caras, por lo que no podía saber que gestos hacía con su rostro.
— Eres demasiado valiosa para compartirte. Además… ¿Qué me garantiza que no pruebes con uno y te guste?
— Me gustas demasiado como para abandonarte.
— Ya. ¿Pero que te impide repetir a mis espaldas?
— ¿No confías en mí? –musitó molesta.
— Sabes que sí.
— ¿Entonces?
— ¿Y si quieres repetir?
— Te lo diría…
— ¿No dijiste que solo sería una vez?
— Bueno, vale –dijo de repente-. Ya sé sobre eso, pero… ¿Qué te parecería hacerlo? –insistió.
Al darme cuenta de que prácticamente me lo estaba insistiendo, cedí.
— Bueno… No sé.
— ¿No sabes?
— No sé.
— ¿De verdad?
— Sí, no lo sé.
— Me estaba quedando contigo –dijo. Lo que siguió a esta conversación es irrelevante, porque yo en ese momento estaba seguro de que ella lo había dicho en serio, y mi novia defendió en todo momento que se había tratado de una broma y de una idea pasajera.
No volvimos a hablar del tema hasta hace una semana…
* Una semana atrás *
Nuestras relaciones sexuales a lo largo de la semana pasada no mejoraron. Al llegar el fin de semana ``su broma´´ había hecho mella en mí. Empecé a cuestionarme que, si tanto la amaba, no podía impedirle probar tener sexo con otro hombre si era lo que realmente quería. Hay que probarlo todo en esta vida, y ser tan cerrado no puede traer nada bueno. Así que siendo domingo, cuando volvimos a estar abrazados fui yo esa vez quien sacó el tema.
— Nicole…
— ¿Hum?
— ¿Quieres acostarte con otro? –no contestó de inmediato a mi pregunta.
— ¿Sigues con eso? Era broma, ya te dije.
— Creo que lo pensabas en serio. Y creo que eres demasiado fiel como para insistirme. Recuerda que nuestra relación se basa en la confianza. ¿Quieres follar con otro tío?
— Sí… Me gustaría probar.
— ¿Con alguien el concreto? –De ser la respuesta afirmativa, sabía que me iba a doler mucho. Porque habría significado que ya estaba todo pensado desde antes.
— No… Sería buscar en internet alguien que nos parezca bien a los dos y… bueno. Quedo y lo hago.
— ¿Y me prometes que si lo haces…?
tiene que tener algo
Volvemos a buscar
Algo de su only?
lo que tengan
pasen info o qe onda.