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Anónimo {{'2023-02-16T23:30:00.000Z' | moment 'DD/MM/YY HH:mm'}} /#/ 9533

Aviso de que es una historia larga de explicar, pero creo que vale mucho la pena contarla con pelos y señales.

Ocurrió hace un par de veranos, yo llevaba ya como 5/6 años con mi novia y siempre había tenido interés por hacer un trío, pero ella no estaba muy por la labor al principio de la relación y yo tampoco quería forzarlo. Los dos somos bisexuales, así que cuando salía el tema intentaba convencerla diciendo que podíamos probar primero con otro chico si así lo prefería, ya que a ella le llamaba la atención verme con otro hombre, aunque yo nunca había estado con ninguno. Alguna vez pensamos en posibles candidatos, pero de ahí no pasaba la cosa.

Ella solía ir de vez en cuando al campo de un primo mío y con un amigo de mi primo (gay) a beber. Los dos pensábamos que a mí primo le atraía mi novia, pero ella estaba colada por mí así que me daba igual que fuera porque confiaba mucho en ella tras tantos años juntos, y además mi primo es de carácter tímido y de los que no entran a mujeres por iniciativa propia. Aunque siempre había tenido el fetiche de querer ver a mi novia con otro hombre. Yo por temas de trabajo no podía ir cuando solían quedar. Entonces después de convencerla, un día se nos ocurrió la situación perfecta para intentarlo. La próxima vez que se quedaran toda la noche durante un fin de semana, iría yo también y planeamos la forma de que todo acabara como queríamos.

Básicamente en el campo se dedicaban a beber, así que en cuanto empezaron a sacar chupitos y estábamos ya un poco bebidos, sugerí jugar a Verdad o Atrevimiento. Al par de rondas, elegí atrevimiento y mi novia sugirió entre bromas que besara al amigo de mi primo. Siempre me había parecido un chico bastante atractivo, era rubito y moreno, un poquito más bajo que yo. No fue un morreo, pero tampoco un simple beso. Noté que a mi novia esto le puso muy cachonda por la forma en que nos miraba. En el siguiente turno de mi primo, él eligió verdad y como me tocaba a mí preguntarle aproveché para averiguar si le atraía sexualmente mi novia. Él intentó evadir la pregunta por vergüenza, pero tras pedirme perdón, me reconoció que sí le excitaba. La verdad es que no me molestó porque era muy evidente, y además hacía más fácil que nuestro plan saliera adelante según lo previsto.

Le tocó el turno a mi novia y eligió atrevimiento. Para sorpresa de ambos, el amigo de mi primo escogió para ella que hiciera un baile sexy a mi primo, como broma por su confesión. Mi novia es de esas chicas que parece tímida y sosa, pero a la hora de ligar te sorprende y es capaz de ponerte cachondísimo con un par de besos. Ella comenzó a sentarse de manera provocativa encima de mi primo, sin llegar a enseñarle nada. Mi primo se puso un poco colorado mientras mi novia seguía insinuándosele. Aunque ella no le hubiera hecho nada del otro mundo, estaba claro que lo había conseguido excitar bastante. Mientras todo esto ocurría, seguíamos bebiendo así que a estas alturas estábamos todavía más borrachos si cabe.

En el turno del amigo de mi primo, escogió atrevimiento. A estas alturas ya nadie escogía verdad, por lo que parecía que los cuatro queríamos tema. Mi novia eligió que el amigo tenía que tocarme la entrepierna hasta me pusiera cachondo. Tengo que admitir que no tardó mucho en conseguirlo, a pesar de que yo intentaba mantener la compostura. Me daba algo de vergüenza la situación de que otro chico me tocara delante de gente, pero a la vez estaba deseando que lo hiciera. Yo llevaba un pantalón corto de deporte, así que mi excitación era cada vez más evidente.
Sinceramente, no recuerdo cuantos turnos pasaron hasta que a mí novia le tocó besarse con mi primo. Se notaba que a él le daba todavía un poco de reparo por estar yo delante, así que fue mi novia la que se acercó a él hasta juntar ambos sus labios. Lo que empezó como un par de besos, siguió hasta terminar con ambos casi tumbados en el suelo de manera apasionada. Los segundos pasaban y ellos seguían liándose, con la mano de mi novia cada vez más cerca de tocar sus partes íntimas por dentro del pantalón. Ya no estaba seguro de si era parte del juego, o no, así que la situación se volvió un poco incómoda para su amigo y para mí. Al ver que ellos seguían a lo suyo, el amigo de mi primo comenzó de nuevo a tocarme la entrepierna, como si quisiera distraerme de lo importante. Como yo también estaba muy cachondo, empezamos a besarnos.

A los pocos minutos estábamos los cuatro desnudos en el suelo del salón, a punto de empezar a follar. Aunque a mi novia le hubiera gustado verme haciendo de pasivo, ya que le encanta mi culo, decidimos de manera acertada que fuera yo el dominante. El motivo era que hubiera sido más difícil al ser mi primera vez y sin tener lubricante a mano. El amigo de mi primo la tenía un poco más pequeña que yo, no era muy gorda y estaba perfectamente depilado. Le puso a cuatro patas e introduje mi pene hasta que entró completamente. Ya había practicado sexo anal antes con mi novia, pero me encantaba la sensación de notar su miembro rebotando mientras le penetraba. Nos seguimos besando mientras follábamos, y mi novia hizo algún comentario en voz alta sobre lo cachonda que le ponía verme con otro chico.

De mi primo ya sabía que tenía un pene más grande que el mío de cuando éramos más jóvenes, así que no me sorprendió en absoluto cuando tuvo problemas para introducirlo en mi novia.

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