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Están en Santiago? Y la condición principal aparte del dinero es que tienes que estar tu presente mientras se follan a tu pareja? Y bueno la persona también deben ser aprobado por los dos.
empiezo yo con una historia algo antigua y extensa, de cuando llegué a mi departamento.

un viernes de verano, a eso de las siete de la tarde, golpean la puerta y  al abrir, vi a una chica, de unos 30 años, totalmente desconocida para mí, aunque la había visto en el edificio. me pidio huevos, rapidamente se los di, pero con el espacio suficiente de conversacion, para darme cuenta de que tenia pareja y mencionarle la existencia de la mia

Afortunadamente había limpiado y ordenado el departamento, no estaba de maravilla, pero tampoco estaba desordenado. Tras mis palabras, Beatriz entró y se quedó parada pasando el umbral de la puerta, la cual había ajustado, pero no cerrado. le di media docena para que no le faltaran, ella muy gentilente me dice que los devolvera mañana y varias palabras de agradecimiento, elogio la decoracion de mi dpto y se fue

Le abrí la puerta y con una sonrisa se despide y me quedé observándola unos segundos y me había quedado pegado viendo su culo bien formado en el jeans. Pensaba que me había resultado agradable poder ayudar a Beatriz, a pesar de conversar muy poco, la encontré muy simpática. Tras su visita (y sin ninguna razón lógica) concreta, me puse a hacer una limpieza más general del departamento.

Al día siguiente al levantarme, me duché, me afeité y me puse unas prendas nuevas de ropa y terminé de limpiar, hasta dejar radiante el departamento, como se dice, tenia una "puesta en escena" para el momento en que Beatriz viniera a devolver los huevos. finalmente cerca de laa 6 de la tarde llego. Si en la ocasión anterior me había parecido atractiva, ahora se veía mucho más, llevaba una calza elasticada negra y muy ajustada a sus curvas y una polera con tirantes, que dejaban al descubierto parte del vientre. La polera era blanca y permitía ver su sostén que era de media copa y levantaba sus tetas. Se notaba que se había cortado el pelo, el cual le daba un toque juvenil, pícaro y encantador.

acelerare la historia ya que en este momento nos pudimos conocer un poco mas, hablamos bastante de nuestras vidas y de su marido que trabaja en otra region. se nos hizo tarde y acordamos vernos otro dia.

llegó el martes, a las 9am me levante para hacer el aseo y a eso de las once de la mañana, tocaron a la puerta y allí estaba Beatriz y se veía muy arreglada, vestida una polera blanca con bastante transparencia, un sostén de encaje que se traslucía en la polera y una falda de mezclilla bastante corta, pero ajustada a su cuerpo. Al ojo, la falda era una cuarta por encima de las rodillas. Traía en la mano una botella y dijo con una radiante sonrisa:

- ¡Hola Gabriel! Venía a ver si me invitabas a un whisky. Y me mostró la botella al tiempo que me saludaba con un beso en las mejillas, el cual rozó descaradamente sus tetas.

tras converar bastante llega el momento clave en el que por efecto del alcohol tal vez, fui notando un poco de movimientos coquetos y tal vez por mi parte tambien. sonó el teléfono, Beatriz al darse cuenta que era mi polola, va a la cocina, trae 2 vasos, se tiende en el sillón, abre la botella de whisky que había traído y se toma un cortito al seco. Allí se acomodó y empezó a jugar con sus manos en su cuerpo, su mano derecha se acariciaba el cuello y empezó a bajarla por su escote mostrándome el nacimiento de sus tetas cubiertas con el sostén. Luego pasó de acariciar sus pechos, pasó a acariciar sus piernas y empezó a subir su minifalda. Allí me mordí el labio inferior y le hice una señal para que se acercara y llega a mi lado en donde apega sus tetas a mi cuerpo y le tomo una mano, la cual se la llevo por encima de mi pene y comienza a acariciarlo por encima del short mientras yo seguía hablando con mi polola en el teléfono, pasaron unos segundos, hasta que aceleré el fin de la llamada y al cortarla, acerco mi rostro al suyo y empecé a besarla, acción la cual la sorprendió, pero no rehuyó el beso, asi que continuamos besándonos y tímidamente metió su lengua en mi boca y el beso fue subiendo de tono. Acariciaba su rostro, luego mis caricias fueron bajando y le acariciaba el borde de sus tetas y de pronto ese beso se detiene y ella dice:

- ¡Esto está mal!

- Va a depender de lo que está bien.

- Ah, no te entiendo.

- Si quieres que deje de besarte, sólo pídelo. Ambos sabemos que esto no solo se detendrá con besos.

Esta vez ella se quedó callada unos segundos, entonces la abracé y besé su frente, diciéndole:

- Eres muy bonita y lo sabes.

- Estoy nerviosa

- Relajada.

Tras eso, nos sonreírnos, asintió con la cabeza, nuestras lenguas se unieron otra vez, ávidamente mi mano se introdujo por debajo de su polera, para acariciarle su espalda, suave, tersa, fui subiendo, al encontrar el broche del sostén, con habilidad lo desabroché y levanté su polera para encontrarme con sus bellas y blancas tetas, me abalance sobre ellas, deleitándome con ambas, tetas firmes y grandes para su físico, eran muy pecosas y con pequeñas aureolas y también de pezones pequeños,

- Ahhhhhh, ahhhhhh, gemía Beatriz, quien ahora me abrazaba y acariciaba el cabello.

Estuve varios minutos deleitado por sus tetas, las chupaba y lamia, al tiempo que lo hacia, ella acariciaba mi cuerpo y ya era tiempo de seguir, asi que tomé un poco de distancia de ella, puse mis manos en su cintura y empecé a bajar su minifalda, la cual se la baje y quedando solo con una tanga blanca y empecé a tocar su entrepiernas y empezaron sus gemidos y a sentir su humedad, asi que se la bajé y tal como lo pensaba, tenia su concha totalmente depilada, asi que me entretuve pasando mis dedos alli, mientras ella posó sus manos en mi cuerpo y con habilidad me quitó mi short y sin aviso se agachó y sus labios rodearon mi pene, el cual se lo engullía con ganas.

Pasaba su lengua por todo mi pene y con ayuda de sus hábiles manos, complementaron esta mamada. Sentia su cálida boca mientras iba ensalivando todo a su paso, sin dejar de pajearme. Subía y bajaba el tronco de mi pene, le succionaba la cabeza y volvía a tragárselo por completo. La dejé hacerme oral un buen rato, mientras disfrutaba de su habilidad para chuparlo, hasta que la tiendo de espalda en el sillón, meto mi cabeza entre sus piernas y alli estaba su tanga que emanaba humedad y olor a mujer, asi que me acomodé y dejándola de lado pasé mi lengua por su vulva, tanteando sus labios mayores y acariciándolos suavemente, mientras Beatriz seguía gimiendo y le metí mis dedos en su concha, consiguiéndole un orgasmo con bastante facilidad.

Después de ese orgasmo, nos terminamos de desnudar y sonriendo me da la mano y nos fuimos a mi cama y sin dejar de mirarme, se montó sobre mí, sobando sus labios vaginales sobre mi pene y empezó a cabalgar primero suave y luego fue subiendo el ritmo. Se agacha un poco ofreciéndome sus tetas, atrape con mis labios una, la succione y chupetee, jugando con su pezón, luego atendí la otra, ella arqueaba su espalda en cada clavada, gemía bastante y me besaba por momentos, hasta que la tome por las nalgas y ella apresuro su movimiento de caderas, hasta comenzar a temblar por completo y junto con un ufffff, sentí mucha humedad vaginal y su concha apretaba bastante mi pene.

Allí la atraje hacia mí para besarla y tomándola por la cintura comencé a embestir con fuerza y Beatriz volvió con sus gemidos, mientras se mordía los labios, mis manos atraparon sus tetas para amasárselas y al cabo de un par de minutos ambos alcanzamos el orgasmo casi al mismo tiempo, llenando con mi leche el interior de su concha y así cayó rendida sobre mí, ambos con la respiración entrecortada buscamos nuestros labios para besarnos.

Descansamos un rato, nuestras manos se juntaron y luego recorrieron nuestros cuerpos sudados, ella estaba sonrojada, ahora sus ojos brillaban, mi mano jugaba con sus pechos y al notar que tenía mi semen en su vagina, me miró con sorpresa y me dice:

- Acabaste en mi vagina?

- Si, no alcancé a sacarlo.

continua...