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Alguien tiene mas sobre la amiga de ella la salsade frutilla>9362
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Alguien tiene mas de la amiga de ella
Negro tengo el ganso apretado por el cuello. prosiga con su narración en breve, por favor.
hay de nirvana?
Intenté publicar este relato en el otro Hispa, pero por alguna razón no pude, así que lo intentaré otra vez aquí. Disfrútenlo, negros.
Categoría: No Consentido
Cuando Mauricio, el dueño el edificio, me hizo su propuesta, no pude creerlo, pero tampoco me la pensé dos veces. Yo vivía con mi hermana en un pequeño departamento del Centro, sólo nosotros dos, y ya me había dado cuenta antes de cómo Mauricio la miraba cuando se la encontraba. No era para menos; ella era alta, muy delgada, con un par de tetas pequeñas, pero apetecibles, y unas nalgas duras y paradas que se ganó con puro ejercicio todas las mañanas, y aparte se encargaba de los asuntos de la renta, así que aquél tipo había tenido buenas oportunidades para mirarla. Y quizá sabía que la situación era óptima.
Tocó a mi puerta una mañana, mientras mi hermana se encontraba fuera, haciendo algún mandado, y me lo dijo de frente. Que sabía que la pandemia nos estaba saliendo caro a todos, y que él podría ayudarme si yo lo ayudaba.
Si lo dejaba que se la cogiera, nos bajaría la renta. Y no voy a mentir: cierta parte de mí estuvo a punto de explotar, pero la otra tuvo una semilla de morbo que me impulsó a responder con moderación. Pensé un segundo en mi hermana, vestida con ropas ligeras de gimnasio, caminando por la casa; lo siento, pero hacía meses que no estaba con una chica, y la verdad es que poco a poco me comencé a fijar ella por puro tedio, pero me terminó gustando. Incluso llegué a robarle unas panties, que ella creyó perdidas en la lavandería. Y la imagen de aquél sujeto dándole me excitó un poco. Decidí escucharlo.
El plan era sencillo, y se notaba que Mauricio ya lo había estado pensando desde hace mucho. Si queríamos proceder, tenía que ganarse mi confianza, así que hice que me lo confesara todo: había acosado a mi hermana desde hacía muchos meses, le había sacado infinidad de fotos y videos en secreto, y ya había urdido algunos planes para cogérsela, para lo cual había logrado conseguir un pequeño frasco de cloroformo y unas pastillas para dormir, lo primero que funcionara. Yo estaba perplejo; ¿aquél cabrón había considerado seriamente violar a mi hermana? Sí, pero se le hizo demasiado arriesgado, y por eso acudió a mí. Y lo hizo con el mejor gancho: sabía que por la pandemia andábamos mal de dinero. Con lo que no contaba era con que yo cediera tan pronto.
Entonces comenzamos a platicar.
Lo haríamos ese sábado. Sería fácil: mi hermana tenía en el refri una bebida energética que se preparaba para cuando hacía ejercicio, así que el viernes, después de que ella se fue a dormir, fui a la cocina y le eché dos pastillas especiales para dormir que se disolverían por completo durante la noche. No había falla.
A la mañana siguiente me levanté antes de lo acostumbrado (y en realidad no dormí mucho, estaba demasiado nervioso sobre lo que iba a pasar), así que me preparé algo de desayunar. La puerta de mi hermana estaba cerrada y salía algo de música; claramente no había acabado su rutina todavía, y la bebida seguía intacta en el refri. Decidí ser paciente y comer algo, enviándole un mensaje a Mauricio para que esperara. Me dijo que ya venía en camino de todos modos.
Unos diez minutos después, mi hermana abrió la puerta y salió de su habitación. Llevaba puestos unos pequeños shorts ajustados que le llegaban a medio muslo y una especie de sudadera top que dejaba su abdomen plano y bien formado completamente a la vista. Era su vestimenta usual, pero esta vez fue diferente: inmediatamente me dio una fuerte erección que oculté con rapidez mientras ella pasaba a mi lado hacia el refri. Estaba por suceder. Nos dijimos buenos días, yo con toda la casualidad pude, y vi de reojo cómo sacaba su bebida y se la empinaba toda. Mi erección aumentó conforme ella se la bebía, hasta terminar, y dejó la botella en el fregadero. Dijo que había sido una semana muy larga y que andaba cansada, y que le alegraba que ya fuera sábado. Yo me alegré también, pero claro que no le dije mis razones.
Volvió a su habitación diciendo que ahorita se metería a bañar, y yo le escribí inmediatamente a Mauricio que estaba hecho. La droga haría efecto en unos diez minutos, y él ya estaba estacionado fuera, esperando mi señal. Escuché cómo se sentaba frente a su computadora, yo me dediqué a terminar de desayunar y limpiar todo. Estaba listo.
Exactamente diez minutos después, con cuidado, me asomé a la habitación de mi hermana. Intenté no hacer ruido, pero tenía preparada una excusa de todos modos si la droga había fallado. Pero no fue necesario: la vi reclinada hacia atrás sobre su silla, sin moverse. Me acerqué y la moví por el hombro, diciendo su nombre en voz alta, muy fuerte, pero ella no reaccionó, sólo respiraba profundamente, completamente inconsciente. No me lo podía creer; tenía a mi hermana drogada y a mi total disposición. Era algo soñado, y sin poder contenerme, aproveché ese momento. Lentamente, disfrutando cada instante, le acaricié el rostro, luego los labios, y poco a poco le metí los dedos en la boca, sintiendo su lengua y tratando de llegar a lo más profundo de su garganta. Le provoqué una leve arcada, sin despertarla, y me alegró comprobar lo profundo que podría llegarle. Seguí recorriendo su cuerpo, apretándole las tetas con una mano, y metiéndole la otra entre las piernas, sintiendo su raja por encima de sus shorts. Era el paraíso, y le hubiera seguido más si un mensaje de Mauricio no me hubiera sacado de mi ensimismamiento. Preguntaba cuál era la tardanza. Iba contestarle que todo estaba listo cuando me di cuenta de la enorme fortuna que había tenido: la computadora de mi hermana estaba encendida, y desbloqueada.
Pensando rápido, fui a mi habitación por una memoria USB, la inserté en su computadora y comencé una copia de su carpeta de fotografías. Eran muchísimas, y tardaría un rato, pero no tenía prisa. Sólo esperaba conseguir algo bueno de ahí.
Entonces, mientras dejaba a la computadora trabajar, le contesté a Mauricio y le dije que subiera.
Tomé a mi hermana, la cargué y la arrojé sobre su cama. Todo estaba preparado, y un par de segundos después tocaron la puerta. Empezaba la función.
Mauricio era un hombre de unos 50 años de edad, divorciado y sin hijos. La verdad, lo consideraba una persona bastante patética, pero me había dado esta oportunidad y la tomaría. Cuando abrí la puerta, pude notar de inmediato lo emocionado que estaba; apenas podía contenerse, como un niño al que le darían rienda suelta en una juguetería. Yo estaba serio, para hacerle entender que todo estaba bajo mi control y repasamos las reglas que habíamos acordado. Tendría que usar condón en todo momento, y cuidar de no dejarle moretones en el cuerpo (y en especial en las tetas). Podía hacerle lo que quisiera en la cara, pero no correrse en su cabello, y penetrar su ano estaba fuera de los límites; no quería que despertara con dolor y se diera cuenta de lo que había pasado. Y por último, tenía que ayudarme a limpiarla y arreglar todo al acabar. Intentó convencerme de dejar que se la cogiera analmente, pero no cedí: podría lamerlo si quería, pero hasta ahí.
Una vez que dejamos todo en claro, lo dejé pasar al cuarto de mi hermana. Traía consigo una vieja colcha, para ponerla sobre la cama y no dejar rastros de semen, y una bolsa de plástico con cosas negras adentro. Le pregunté qué eran, y me dijo que tuviera paciencia, quería ver ya la mercancía.
Entramos a la habitación de mi hermana y los ojos de Mauricio se salieron de sus órbitas. Mi hermana estaba perfecta, con sus piernas largas al descubierto, su abdomen firme y plano en todo su esplendor y su boca entreabierta y lista para ser usada como se merecía. Levanté en brazos a mi hermana una última vez, Mauricio colocó la colcha, y estaba todo listo...
Continuará.
>>105
No contacto directo, pero sí se de ella hasta hoy. creció e ingresó en la policía de mi memepais. tiene pareja, aunque no hijos, y se ve feliz.
A veces cuando nos tomamos unas cervezas con mis amigos llegamos a conclusiones similares. es que no solo yo tuve eventos así (ok, fueron bastante ricolinos, pero con la vejes llegan cuestionamientos de otro tipo) sino que otros amigos también. Obviamente nunca hablamos esto con ella, son cosas que quedaron como secreto a voces pero al mismo tiempo como si no hubieran pasado... aunque le agradezco haber despertado mi degeneramiento.
me da un queso increíble esa chama negros! tengo muchas fotos mas!
>>103 (OP)
Negros, como se llama esta pose?
Me llama mucho la atención pero no sé como se llama, muchas gracias de antemano negrines.
>>2612
me caen gordos sus tatuajes sin sentido.
Es un meme, pero me gustaría saber de donde viene la salsa, muchas gracias de antemanos mis negros.