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>>50174
que genial bro, eres de los mios T.T si te hubiera conocido te hubera compartido mi coleccion, yo tambien hacia eso, bueno, les llene de semen los calzones a varias y a una conocida BIEN hermosa, un dia hizo una fiesta y asisti y en algun momento de la noche entre a su ba帽o y orine su shampoo, pasta dental, una crema para la piel y me pase su cepillo por todos lados, los bati bien asi que ya me imagino cuando se fue a ba帽ar o lavar los dientes con mi orina, me masturbe pensando en eso
Tremendo culazo de Darky, pero lo que sigo esperando es que muestre como se orde帽a esa deliciosa verga que tiene~ <3
>>50050
Eso y mas, despues tenia tanto acceso a su habitacion que buscando encontre sus dildos, tenia dos uno que era con vibrador inlcuido y otro que era un pene de estos que se pegan a la pared, me corri en los dos y en su botellita de lubricante. Me calentaba mucho saber que literal se metia mi semen en su concha rica. Tambien le pasaba el pene por sus tazas y cucharas, que tiempos aquellos
>>20783
Ah bue tremendo virgo los comentarios q hace
>>375748
Definitivamente sos virgen pa
>>74831 (OP)
Ya pasen el link pues tanto presumen que lo tienen
es facil manin. desde tablet/movil te vas a ajustes dde telegram y quitas descarga automatica. buscas el video y lo descargas manualmente. te vas a las carpetas de archivos del movil, buscas telegram y pasas esos videos a la galeria, nos los envias y disfrutamos todos
Tan pronto como se destap贸 todo lo que Alejandro hizo, se revelaron a todas las amantes que tuvo entre las alumnas, se dejaron escuchar rumores. Qui茅n s铆, qui茅n tal vez, qui茅n tiene cara de que s铆 o de que no.
No hab铆a alumna ligeramente atractiva que no pasara por sospecha entre los 煤ltimos semestres. Pero una de las que confes贸 estuvo libre de cotilleos fue, justamente, Viviana.
Si bien fue parte de las confesiones, nadie se quiso enterar. Hizo o铆dos sordos la comunidad. Yo lo supe, de hecho, por Elizabeth. La profesora de redacci贸n era confidente de muchas alumnas en temas personales. Novios, familia, hormonas. Ser adolescente y ser mujer, sin gu铆a, es jodido.
Viviana era hija de m茅dicos. Su pap谩 es de la capital y su madre era de Sonora. Pelirroja natural, de ese cabello color jengibre. Una ni帽a de casa, muy tierna y de modos un poco cursis. De curvas pronunciadas, unos senos medianos pero no por ello dejando de ser generosos. Sus piernas eran chuleadas, torneadas y gruesas, coronadas con un trasero redondo y digno de las mismas.
Unos ojos almendra, una boquita peque帽a de labios carnosos. Sonrisa juguetona pero con brackets. Su ceceo al hablar, as铆 como risitas de vez en cuando, le daban un dejo de ternura.
Nadie dudar铆a que una chica as铆 era inocente, pero Viviana estaba lejos de serlo. Es de aquellas chicas que conocieron el sexo a una edad relativamente temprana, descubrieron el encanto de sus cuerpos y les gust贸.
No se le conoc铆a novio en la escuela, pero iba siempre por ella un chico mayor. Y luego otro. Y otro. Una vez un universitario. Otras veces incluso uno que ten铆a pinta de marino. Siempre m谩s grandes, pero nunca por mucho.
Seg煤n Elizabeth fue Viviana quien caz贸, esta vez, a Alejandro. No extra帽ar铆a que supiera de alguien lo que sol铆a hacer con otras alumnas, que bajo la mesa y en los rincones se haya hablado de una o m谩s aventuras. As铆 que le envi贸 un mensaje. Por WhatsApp. Directo.
-Hola, profesor. Me gustar铆a platicar con usted.
-Dime, Vivi.
-Ver谩... me siento un poco inc贸moda.
-驴Conmigo? 驴En mi clase? 驴De qu茅 hablas?
-No se haga, profe. Usted es bien obvio. Bien que le gusta verme las piernas.
-No s茅 de qu茅 hablas. Pero si te incomoda que vea o algo, puedo tomar distancia.
-No, no es eso. Yo le escrib铆 para otra cosa. Quer铆a que me invitara un caf茅. Se lo acepto.
-No sabes lo que dices. Te puedes meter en problemas.
-Usted tambi茅n. Y bien que quiere. D铆game cu谩ndo y yo jalo. Sin miedo.
Era claro que ella sab铆a el juego al que se estaba metiendo. No ten铆a miedo de ser la presa, de ceder el control. De dejarse disfrutar.
Mucha gente los vio juntos esa tarde. No eran melosos y, cuentan, parec铆an un t铆o y una sobrina. Amigos con diferencia de edad. Una charla agradable que no dejaba lugar a sospecha.
Sin embargo, Elizabeth sabe que a Viviana no le gusta ser indiscreta. Incluso con sus parejas es reservada en p煤blico. Ligeras caricias, besitos suaves. Sonrisitas, bromas. Pero es en la intimidad donde se deja ser. Donde se libera completamente.
En casa, en la escuela, Viviana es una princesa. Una dama que lo exige todo, que lo pide todo. Quien piensa que por existir merece tener lo que desee, desde una calificaci贸n hasta una oportunidad. Tiene razones, por supuesto, era una buena estudiante y no se deja.
Sin embargo, en la cama ella es lo opuesto. Elizabeth me cuenta que al descubrirlo fue incr茅dula. 驴C贸mo una ni帽a tan mimada y de car谩cter tan fuerte podr铆a ser tan sumisa en la habitaci贸n? Es simple, tan pronto lleg贸 a la rec谩mara de Alejandro 茅l marc贸 su territorio. Bes贸 sus senos, remarcados por unas aureolas y pezones rosados. Los mordi贸, succion贸. Subi贸 entre ellos, llegando al cuello. Con una mordida en la yugular, leve, como un vampiro delicado. Lengua desde la base de la cabeza, recorriendo los tendones. Para, despu茅s, bajar de nuevo a devorar lo que hab铆a dentro de ese escote color negro, sin sost茅n.
Una falda de l谩piz en cuadros, en una mezcla de atuendo para profesora y alumna de secundaria, cubr铆a sensual lencer铆a de encaje negro. Los ojos enmarcados por bonitos lentes de pasta dura, pero con forma elegante. Labial rosado lleno de ternura.
Y, as铆, entre besos dulces y venenosos, ella comenz贸 a arrodillarse. Primero puso, entre sus senos, el miembro ya erecto de su profesor. Despu茅s, comenz贸 a mamarlo despacio. Enfocando s贸lo en su glande. Y, luego, empez贸 a besar las piernas. Carec铆a totalmente de voluntad.
-驴Te gusta mi verga, princesa?
-S铆, mi amor. Est谩 grandota y rica.
-驴La quieres adentro?
-M茅tame la verga, profe. M茅tame la verga.
La tom贸 del cuello y la levant贸, casi por la fuerza. La coloc贸, casi a punto de arrojarla, frente a su escritorio. Ella inclin贸 su cabeza, levant贸 sus caderas, dej贸 al alcance la entrada de su vagina. La penetraci贸n fue inmediata.
-A...as铆, mi amor.
-Te gusta, 驴verdad?
-Mucho... meee... me partes, mi amor
El cabello rojizo, con rulos apenas marcados, era tomado por el maestro con una mano. Primero lo puso alrededor del cuello y, con el mech贸n restante, lo jal贸. Una ligera sensaci贸n de asfixia y una total de sumisi贸n invadieron el cuerpo de la joven, quien gem铆a fuertemente.
Las embestidas eran fuertes. Como si Alejandro quisiera lastimar a prop贸sito. Como si fuera una tarea el dejar huella en su 煤tero.
S贸lo solt贸 su cabello para tomar sus caderas y , con nalgadas de por medio.
-Me... est谩s... violando.
-Te estoy tomando por la fuerza, porque me perteneces.
-Soy tuya, profe. Tuya. Vi贸lame. Viola a tu alumnita.
Ella busc贸 la mirada de 茅l, siempre, dejando claro qui茅n mandaba. Hasta que se dej贸 caer sobre el escritorio y, con gemidos apenas perceptibles, se dej贸 venir en un orgasmo intenso pero callado.
脡l la tom贸 de las manos, las cuales temblaban ligeramente. Al apartarla de su cuerpo, se sent贸 a la orilla de la cama.
Ella no tard贸 mucho en, a mitad de su orgasmo, arrodillarse a sus pies. En acariciar, besar y morder sus piernas mientras el profesor se masturbaba para elevar a煤n m谩s su excitaci贸n.
-驴Quieres m谩s?
-S铆, amor.
-P铆demelo entonces.
-Dame verga, mi vida. Dame verga, profe.
Ella se sent贸 sobre 茅l, a la orilla de la cama. La penetraci贸n era profunda, mientras ambos se mov铆an para hacerla a煤n m谩s intensa. La boca y los senos estaban al alcance de los labios del profesor. Las nalgas y las piernas estaban a merced de sus brazos.
Viviana gem铆a despacio, pero rico. Con una voz de ni帽a, retorci茅ndose de placer. Los ojos de la nena se pon铆an en blanco, con la mirada en el techo. De vez en vez Alejandro, normalmente embelesado en sus pechos, bajaba su rostro de la nube para devorarle la boca.
-S铆game partiendo, profe. S铆game partiendo, por favor.
-驴Te gusta c贸mo te cojo, mi vida?
-S铆, mi amor. Su vergota me encanta. Y ese cuerpo. Sus piernas est谩n muy bonitas.
-Las tuyas son obras de arte, preciosa.
-Por eso siempre llevo falda en sus clases, para que se d茅 gusto.
-驴Qu茅 m谩s har铆as por m铆?
-Ir sin calzones para que me coja as铆 de rico...
Otro orgasmo se apoder贸 del cuerpo de la nena, quien clav贸 sus u帽as en la espalda del profesor. En otro tiempo eso lo hubiera enfadado, pero ahora era un trofeo esa marca.
Viviana, con dos orgasmos encima, qued贸 sobre la cama. Casi sin respiraci贸n. Con el miembro a煤n a tope, Alejandro puso una pierna de la chica en cada uno de sus hombros y penetr贸 sin piedad. Los gemidos suaves se convirtieron en casi gritos.
-No puedes escapar, mi amor. Eres m铆a.
-Soy... soy toda tuya. S贸lo existo para ser... ser cogida por ti.
Ya sensible, un tercer orgasmo no tard贸 en llegar al cuerpo de la chica. Uno intenso, con el que grit贸 y se retorci贸 en los brazos de su amante triunfante.
脡l, victorioso, la puso de nuevo de rodillas. Se vino dentro de su boca, con ella degustando cada gota de leche.
Hasta el d铆a de su ca铆da, Alejandra y Viviana fueron amantes ocasionales. No se hablaban mucho, salvo cuando acordaban escapar.
Viviana estudia veterinaria. Ni帽a dulce, con modos presuntuosos. Aunque algunos sabemos la sumisi贸n que esconde.
>>50111
Ni pex, hay me recomendaron subirlo y pos ni pex.
>>64852
Y para qu茅 pio va a tapar su cara? Man, si yo me cojo tremenda putaza que me lustra la pija como ella soy capaz de subir mis v铆deos con ella. Pero legalmente, como 56 hilos ya hicieron, ya canza nio que puta!